La meditación es una práctica que existe desde hace mucho tiempo y se ha demostrado científicamente que mejora los trastornos del estado de ánimo como la ansiedad o la depresión. Aprender a meditar es una solución fácil y económica para reducir el estrés. Además, para dormir, aprender como meditar en la cama antes de dormir puede cambiar tu vida.
Ya son muchas las personas en el mundo occidental que han decidido incorporar técnicas de meditación a su día a día. Los estudios científicos se han puesto de manifiesto al respecto y ofrecen resultados muy alentadores, así que, ¿Quién se resistirá a practicar la meditación con tantos beneficios comprobados?
Los estudios de actividad cerebral después de la meditación han demostrado que efectivamente hay cambios a nivel químico. Estos cambios están relacionados con sustancias químicas que nos ayudan a equilibrarnos, relajarnos y experimentar sentimientos más positivos y esperanzadores. El fortalecimiento de la salud está involucrado en los cambios que la meditación genera en la química de nuestro cerebro.
Así que no es de extrañar que exista una relación directa entre bienestar y meditación. Se ha descubierto que beneficia el sistema inmunológico, el corazón y el potencial para el manejo de las emociones. Y, antes de ir a dormir, ¿cuáles son los beneficios? Te adelantamos que la calidad de tu descanso mejorará considerablemente.
Si tienes problemas para dormir, la meditación es una gran idea, siendo el mejor momento para meditar en un momento en el que nada puede perturbarte. Puedes apagar la luz y respirar profundamente durante unos 10 a 15 minutos, sabiendo que estás haciendo algo bueno por ti mismo y que es un tiempo solo para ti. Siga leyendo para aprender a meditar antes de acostarse.
Antes de meditar: preparación
Antes de meditar, debes estar preparado, es decir, con la ropa adecuada, el lugar elegido para la meditación y, sobre todo, nunca hacerlo con el estómago lleno, sobre todo si después de meditar piensas irte a dormir porque será difícil. dormirte, aunque hayas meditado. Considere algunas actividades relajantes antes de acostarse para ayudarlo y aprender cómo interactúan el café y la ansiedad .
Asegúrate de que el lugar donde vas a meditar no va a producir ningún ruido. Es recomendable bajar las persianas, cerrar la puerta, apagar el celular para estar en completo silencio y meditar adecuadamente.
Es fundamental saber que, si estás empezando, 10 o 15 minutos serán suficientes. No es necesario permanecer 4 horas como si fueras un yogui hindú. Poco a poco podrás alargar el tiempo de meditación. Otro consejo es comprobar la postura a adoptar al meditar. En primer lugar, y si no tienes demasiada flexibilidad, no debes cruzar las piernas una encima de la otra. Bastará con adoptar una postura cómoda que no nos impida concentrarnos a la hora de meditar.
Establece una rutina de meditación
No hay excusa para no meditar. Aporta muchos beneficios a nuestra salud y tan solo te llevará unos minutos al día. El primer paso es tratar de introducir la meditación en nuestra vida diaria. La idea es tratar de reservar un tiempo cada día para meditar y tratar de cumplirlo. No se preocupe si un día se salta la meditación, pero trate de ser constante para hacer de la meditación una rutina.
Supongamos que nos presionamos demasiado y nos “forzamos” a meditar sin sentir ganas. En ese caso, lo más probable es que el ejercicio de meditación no salga bien, sobre todo si somos principiantes. Dado que estaremos más preocupados por meditar, no estamos entrenados porque nos hayamos obligado a hacerlo en lugar de hacer el ejercicio de meditación en sí. Así que, márcate una meta, pero sin presiones.
Elige el lugar adecuado para meditar
Por suerte, no requiere requisitos importantes. Podemos meditar en cualquier lugar que esté tranquilo y donde no haya ruidos molestos.
Evite todas las distracciones, apague la televisión, apague el teléfono celular y pídales que no lo molesten durante el ejercicio de meditación si hay otras personas en la casa. Cuando empiezas a meditar, puedes dedicar 10 minutos al día y, a medida que adquieres experiencia, puedes aumentar el tiempo que dedicas a meditar.
No es necesario adquirir la posición de loto. Podemos sentarnos con las rodillas cruzadas, sentarnos en una silla, en un banco especial para la meditación, o incluso tumbarnos. Es necesario elegir una posición cómoda que nos permita relajarnos. Por otro lado, podemos reproducir música especial para la meditación o sonidos ambientales que simulen que estamos en una playa o en plena naturaleza.
Usa ropa cómoda
Debemos elegir ropa cómoda que nos permita relajar todo el cuerpo, por ejemplo, ropa deportiva, siempre que no sea demasiado ajustada. También puedes hacerlo con la ropa cómoda que tengas en casa.
Pueden ser pantalones estilo baggy o incluso pantalones de chándal, siempre y cuando nuestra ropa nos permita estar cómodos en cualquier postura que adoptemos al meditar. Nada debe perturbar nuestra concentración al meditar, ni siquiera algo tan simple como la ropa.
Cómo meditar antes de dormir: 5 técnicas
Respiración Consciente
Los ejercicios de respiración consciente centran la atención en nuestra respiración. Al hacerlo, todas las preocupaciones que pueda tener en mente se pierden gradualmente. Concentra toda tu atención en la respiración, en la inhalación y la exhalación. Puedes decirte mentalmente a ti mismo, “inhala, exhala”. Respira profundamente. Debes intentar mantener la mente en blanco, y si en algún momento notas que los pensamientos interrumpen tu meditación, vuelve a centrarte en la respiración.
Al principio, puede que le resulte un ejercicio desafiante, ya que es fácil distraerse. La meditación requiere mucha práctica, pero con el tiempo se volverá más fácil y manejable.
Glosolalia
Este ejercicio de meditación consiste en repetir varias veces una palabra que no conoces. Antes de acostarte, siéntate cómodamente y durante 10 minutos repite algunas sílabas como le-le-le o mu-mu-mu de forma monótona hasta que tu mente te lleve a nuevos sonidos. Lo único importante es que no pertenece a un idioma. Practica antes de irte a dormir, y verás que alcanzas un sueño más profundo.
Conciencia corporal
Esta técnica, cuando estés acostado antes de irte a dormir, piensa en tu cuerpo. Respira lentamente y concentra tu atención en cada parte de tu cuerpo, comenzando por la cabeza y bajando lentamente hasta los pies. Siente todo el peso de tu cuerpo encima de la cama y deja que se hunda en la cama. Haz esto hasta que te duermas.
Identificación de bloqueos
Antes de irte a dormir, respira con calma y trata de dejar la mente en blanco. Probablemente tengas pensamientos específicos que vuelven una y otra vez a tu mente. Identifica cuáles son, obsérvalas y, sin profundizar en ellas, déjalas pasar. Puedes imaginar que tomas esa idea en tus manos y la alejas de ti. Lo importante es aprender a identificar las preocupaciones que no te dejan descansar y dejarlas ir.
Beneficios de meditar antes de dormir
Veamos las consecuencias que puede tener aprender a meditar antes de dormir, y por qué es recomendable:
Sueño más reparador
La práctica de la meditación nos ayuda a calmar nuestra mente y silenciar la agitación que a menudo producen nuestros pensamientos. Induce a un estado de relajación que favorece un sueño reparador. Gracias a que con la respiración y la concentración aliviamos la agitación mental. También reduciremos la aparición de pesadillas, insomnio y despertarnos en mitad de la noche con ansiedad.
Tener un sueño más reparador significa descansar ya que necesitamos despertar con energías y fuerzas renovadas.
Evitar complicaciones cardiovasculares
Las estadísticas muestran que la mayoría de los ataques cardíacos ocurren principalmente por la mañana. Un estudio realizado por el Medical College of Wisconsin encontró que las personas que meditaban antes de irse a dormir reducían el riesgo de sufrir un infarto hasta en un 50%. Se concluyó que la meditación ayudó a bajar la presión arterial y previno la hipertensión. Esto es sin duda algo para tomar muy en serio.
Comienza la mañana con energía y buen humor.
La meditación activa áreas del cerebro que son áreas de recompensa, y así es como generamos respuestas más positivas. Este cambio químico a nivel cerebral nos lleva a despertarnos de mejor humor y a ver las cosas desde una perspectiva mucho más positiva, aportando un valor más relevante a nuestras experiencias. Estas hormonas de la felicidad, como la dopamina, la serotonina y las endorfinas, se activan con la relajación y la calma que genera la meditación. Así que no es de extrañar que cuando nos despertamos, veamos la vida con más optimismo.
Estimula la concentración
Nos llevamos a la cama los problemas y preocupaciones de todo el día. Esto genera pensamientos que nos impiden poder descansar. Así, es imposible concentrarse en lo que necesitamos en ese momento, que es dormir. Al meditar antes de acostarnos, ejercitamos nuestra concentración para centrarnos en las cosas que tenemos que hacer al día siguiente. Nos damos un respiro para seguir con la jornada para el día siguiente, consiguiendo centrar nuestra atención en lo que nos queda por hacer, sin el estrés extra, que nos da nuestra mente.
Encontrar nuestro estado de paz
Como hemos dicho, nos llevamos a la cama todo lo que ha surgido durante el día para pensar en todo lo que tenemos que hacer, centrándonos en el futuro. Al meditar en este momento, podemos observar todo lo que nos preocupa y verlo con menos ansiedad para poder darle una solución cuando corresponda. En este estado en el que conseguimos calmar nuestra mente, aparece un estado de paz que nos hace gestionar mejor nuestras emociones y ser más conscientes de ellas. Este es un paso importante para empezar a dormir con una agradable sensación de profundo bienestar.
En conclusión, aprender a meditar antes de dormir ofrece beneficios que nos llevan a adoptar la actitud que necesitamos antes de acostarnos. Un estado de calma, bienestar y compromiso con nuestra recuperación y nuestro descanso. Porque un buen descanso nos influye en todos los aspectos de nuestra vida, por eso es necesario cuidarlo.